Vicenç Navarro es actualmente catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona). También ha sido catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona y profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) durante 35 años, entre otros sitios en los que ha sido docente.
Os pongo dos enlaces a artículos suyos. El primero es una adaptación del segundo, un poco más corta que éste:
- Por qué aquellos amigos socialistas que se opusieron a la huelga general están equivocados.
- Por qué las políticas del gobierno de Zapatero deben cambiar.
El primer artículo se ha publicado hoy 4 de octubre de 2010 en el diario digital EL PLURAL.
El segundo en Sistema Digital el 1 de octubre y reproducido en una web que os recomiendo de forma especial: http://www.attac.es
Por otra parte, sin que tenga nada que ver con Vicenç Navarro, os pongo un pequeño artículo publicado originalmente en el periódico Público y después reproducido también en la mencionada web de ATTAC España.
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Lecciones (ajenas) de la huelga
No, si al final vamos a tener que leer prensa extranjera para enterarnos de lo que pasa, como en los buenos tiempos. Mientras la mayoría de diarios negaba la huelga, los corresponsales extranjeros vieron lo que sus colegas no habían visto: que hubo huelga, no masiva pero sí importante."Gran parte del país paralizado", decía el Wall Street Journal. "España al ralentí", en Le Monde. "La industria y los transportes pararon mientras miles tomaban las calles", apuntaba el New York Times, mientras que el Independent británico contaba "millones de trabajadores en huelga", y destacaba que "hasta Almodovar suspendió el rodaje", que ya saben el tirón del manchego fuera de aquí.
Mientras la mayoría de la prensa nacional, radios y tertulias repetían el mensaje del fracaso sindical, los medios extranjeros veían lo que tantos vimos el miércoles: que hubo huelga, que en algunos sectores fue total y en otros escasa, y que muchos salimos a la calle. En el transporte, por ejemplo, el seguimiento fue masivo, pero los servicios mínimos engañan una vez más: si se cumplieron con normalidad no es porque apenas hubiera huelga, sino lo contrario: porque todos los trabajadores hicieron huelga, salvo los obligados a servicios mínimos. Si no, no habría servicios mínimos sino funcionamiento habitual, como pasó en el metro por el descuelgue de los conductores.
Pero nada de eso impresiona a quienes vieron en la huelga la oportunidad de liquidar el movimiento sindical, y que ahora no van a dejar que un montón de obreros de fábrica, conductores o recogedores de basura les estropee el plan. Por eso se multiplican los llamamientos a que los sindicatos "escuchen la lección","tomen nota", "aprendan del fracaso", etc.
La crítica a los sindicatos, y el debate sobre el modelo que queremos, es cosa de los trabajadores. Mal iremos si atendemos las "lecciones" de quienes sólo aceptan la existencia de sindicatos si no sacan los pies del tiesto del diálogo social. Cuando firman acuerdos, todo son elogios a su responsabilidad. Cuando salen a la calle, garrotazo. Esa es la primera lección.
3 comentarios:
Gracias ATTAC, te echabamos de menos.
cuanto me alegra publiques Kahamon
amigo Kahamon, he intentado hoy porne en contacto contigo por telefono pero no lo he conseguido
miguel
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