lunes, 2 de agosto de 2010

A propósito de las corridas



Con la que está cayendo, es decir, crisis, congelación de sueldos de los funcionarios y de pensiones, reforma laboral, parece que lo que toca es hablar de esos temas por su importancia indiscutible.
Sin embargo, hoy me apetece escribir acerca de un tema también muy controvertido. Si es discutible como ya se ha visto en este blog, si se debe o no congelar las pensiones a los jubilados, estoy seguro que las opiniones que expresaré a continuación serán objeto de mayor polémica.
Lo que quiero aquí expresar es mi alegría ante una de las pocas noticias de los medios informativos que a mí me han dado motivo para la misma últimamente.
Esta noticia es la PROHIBICIÓN DE LAS CORRIDAS DE TOROS EN CATALUÑA.
Estoy en contra de cualquier maltrato animal. Para mí, las corridas de toros lo son claramente.
Respecto a si los toros les duele o no lo que se les hace, os pongo el video de la intervención en el Parlament de Catalunya de Jorge Wagensberg, conocido investigador y divulgador científico.
Por lo tanto, me parece un gran avance que se hayan prohibido las corridas en Cataluña. Por supuesto, por algo se empieza, ya que otro día se tendría que hacer lo mismo con los llamados “correbous”.
Una de las cosas que más me ha sorprendido en la polémica sobre el tema ha sido la de los comentarios de aquellas personas que han dicho que esa decisión del Parlamento de Cataluña ha sido en contra de España. Lo que ocurre es que al margen de que en una ciudad tan grande como Barcelona haya aficionados suficientes para las corridas de toros, éstas no tienen la misma implantación que en otras zonas de España; prueba de ello es que en toda Cataluña hay una sola plaza de toros, la Monumental de Barcelona, con un aforo algo menor que la de las Ventas y con algo más de 15 corridas al año frente a más de 60 en la de Madrid o más de 30 en la Real Maestranza de Sevilla.
También no deja de ser curioso que haya que recordar que Cataluña no es la primera comunidad autónoma en la que se han prohibido las corridas. En Canarias lo están desde el año 1991. Más aún, el diputado del PP en el Parlamento de Canarias impulsor de la ley antitaurina en la citada comunidad, Miguel Cabrera, ha considerado un "grave error" que la dirección de su partido utilice el término "libertad" para "amparar una salvajada como son los toros".
A mí me parece tremendo que el PP ante la decisión catalana haya optado por tratar de que en otras comunidades las corridas se protejan de forma especial. Me parece ridículo que, por ejemplo, Esperanza Aguirre pretenda convertir los festejos taurinos de la Comunidad de Madrid en Bien de Interés Cultural, tal como ya son la ciudad de Aranjuez o el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial entre otros. Lo que podría parecer una boutade de Esperanza a las que ya nos tiene acostumbrados, está plenamente en la linea de su partido. Según anunció el propio Rajoy el PP llevará al Congreso una iniciativa “en defensa de la libertad, para que la fiesta de los toros sea declarada de interés general y cultural”.
Aconsejo ver los periódicos de estos últimos días y si es posible leer el artículo en El País del viernes 30 de Jesús Mosterín (filósofo y profesor de investigación en el CSIC que también ha asesorado al Parlament), puesto que no puedo aquí por razones de espacio poner muchas otras citas, pero no puedo resistir la tentación de incluir alguna más de dirigentes del PP:

  • Camps: “son una tradición que une a todos los españoles

  • Aguirre: “casposa” y “liberticida” una decisión que “pretende romper lazos de Cataluña con España”.

  • Rajoy: “no se pueden anteponer cuestiones identitarias, búsquedas de diferencias absurdas”.
No obstante, al margen de la profundidad de todas esas declaraciones, al menos estoy seguro que los que se interesan por la cultura y viven en Barcelona van a estar de suerte, ya que el tiempo que antes tenían que emplear en ir a corridas lo van a poder dedicar a otras actividades, quizá menos cultas, pero no por ello carentes de interés como: pasear por el Barrio Gótico, visitar edificios construidos por Gaudí y otros arquitectos modernistas, ir a museos, etc.
Es cierto que ha habido importantes intelectuales a los que gustaban las corridas de toros como Hemingway o Picasso, pero también ha habido muchos otros que han detestado las corridas. Además, afortunadamente el ser humano evoluciona.

No se puede considerar que las corridas, ni por supuesto otras muchas fiestas típicas en las que se maltratan animales por el hecho de ser una tradición deban mantenerse. Si mantuviéramos las tradiciones seguirían las luchas a muerte de los gladiadores como en la época romana.

Por supuesto, también debían ser muy emocionantes las quemas de herejes o de brujas en la hoguera, pero afortunadamente, al menos en España, ya no se hacen.

Este último comentario me ha recordado que no hay que olvidarse de todos los países en los que sigue existiendo la pena de muerte. Resulta especialmente impactante la pena de lapidación como la que se sigue aplicando en Irán. Efectivamente se trata de una tradición, pero en cambio lo que no es en absoluto es una enseñanza del Corán. En Irán se introdujo la lapidación como castigo a los adúlteros en una ley de 1983, supongo que invocando la tradición y probablemente el libro sagrado de los musulmanes. Sin embargo, en ninguna parte de dicho libro se menciona esa pena, según parece. Además, aunque yo no puedo ofrecer detalles de una encuesta, tal como se hace en los países occidentales, la mayoría la sociedad iraní no es partidaria de la lapidación.

Por cierto, si habéis sido capaces de aguantar este rollo hasta aquí, os quisiera dar un premio en forma de consejo: No os perdáis en cuanto tengáis ocasión, pues ahora ya no está en cartel, la excelente película iraní “A propósito de Elly”, que ganó el Oso de Plata al mejor director (Asghar Farhadi). En ella, veréis una gente culta, abierta, divertida, afectuosa y eso sí, en un momento dado temerosa de que las consecuencias de cierta situación accidental pueda implicar una denuncia a la policía con consecuencias funestas, pese a que ellos no han cometido ningún delito en el sentido occidental del término.

También aprovecho la ocasión para daros un enlace para que firméis en la web de Amnistía Internacional en contra de la lapidación de una mujer en Irán:


AVISO A NAVEGANTES

No admitiré insultos, palabras ofensivas, que afecten al honor...y demás. Tengo el criterio suficiente para poder eliminar comentarios si lo creo conveniente y en base a la anterior exposición. Me da lo mismo que alguien diga que soy antidemocrata o que atento contra la libertad de expresión. Igualmente, no me responsabilizo de aquellos comentarios o post que se cuelguen en el presente blog.

El duende verde